Mientras dormía, escuchó a su hija dormida llamarlo continuamente por su nombre acompañado de suaves gemidos. El padre inmediatamente adivinó que ella estaba teniendo un sueño incestuoso con él, por lo que fue a ayudarla a hacer realidad el sueño. Sin detenerse ahí, la hija malcriada consideraba el incesto con su padre solo como un acto divertido, que aliviaba el estrés, por lo que cada vez que estaba deprimida y sobre todo tenía dificultades para encontrar soluciones a las tareas, cuando llegaba a casa, encontraba el sexo con su padre para resolver en parte. el problema que estaba teniendo.
